Little helpers: El buen diseño para niños

Mobiliario educativo y atractivo para los infantes, fueron las premisas que tomó Elena Nunziata, para trabajar en su proyecto final en la Universidad de las Artes, en Londres. El resultado, una colección de muebles, fabricados con madera de haya, bastante divertida, llamada “Little helpers”. La cual está conformada por: Paddy, el (los) perchero(s); Charlie, el canasto; y Melvin, una mesita de luz.

Paddy, el perchero, en su versión de pared cuenta con 10 ojos, los cuales se pueden deslizar y girar, lo cual permite a los niños usar la imaginación y crear ojos muy chistosos. Sin importar si Paddy tiene ojos bizcos, ojos pensativos, o tal vez desorbitados la función no cambia, colgar tus pertenencias. Las versiones de piso, igual se pueden modificar cambiando de posición los brazos que se unen a poste central.

Charlie, el canasto, es mi favorito. Conocido por tener una debilidad a la ropa sucia y apestosa, Charlie es un cesto donde los niños pueden almacenar toda esa ropa que ya usaron. En su interior, cuenta con un saco de tela elástica, por lo que entre más le den de “comer” a Charlie, una pancita empezara a crecer. Cuando la panza sea grande, es momento de echar la ropa a la lavadora.

El último, pero no menos importante, Melvin, la mesita de luz. Como cualquier otra mesa de cama, sirve para reposar algunos libros u objetos personales. Pero, además es como un guardián para los niños en la noche, ya que con sus ojos bizcos los tendrán muy bien vigilados. Y, si quieren un poco de iluminación, sólo es cuestión de girarlos y una tenue luz aparecerá.

“El proyecto examina las familias contemporáneas y la relación de sus miembros, analizando como los niños se relacionan con el entorno domestico, y los padres, con el propósito de convertir las tareas ordinarias en actividades lúdicas.” Elena Nunziata

Con formas muy simples, la diseñadora italiana Elena Nunziata y sus “Little helpers” han logrado cautivar a los pequeños, y hacer que los adultos recordemos momentos de nuestra niñez.

Deja un comentario